La violencia, la desnutrición y la tuberculosis son las principales razones que han causado los decesos en los centros de detención preventiva del país
Venezuela sufre una crisis inimaginable en cada uno de los sectores. Los calabozos o centros de detención preventiva se han convertido en un infierno para los presos.
En una nueva entrega de Huellas Criminales transmitido por Impacto Venezuela, el periodista Joan Camargo evidencia la crisis penitenciaria.
Testimonios de familiares de presos fallecidos y conversaciones con Carlos Nieto Palma de Una ventana por la libertad relata el infierno de los reclusos venezolanos.
En los primeros seis meses del 2020 más de 100 reclusos han fallecido, entre las causas está: violencia, enfermedades y desnutrición.
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Pero la conmoción que aqueja a las ONG es que la mayoría de las muertes en las cárceles venezolanas no es a causa de riñas sino por problemas de salud o desnutrición.
Desnutrición y tuberculosis es la verdadera pandemia en las cárceles venezolanas, resaltó Nieto Palma en Huellas Criminales.
Entre otras características que evidencia la crisis en el país está el hacinamiento de los reclusos en los calabozos de detención preventiva.
Lugar en el que un privado de libertad no debería pasar más de 48 horas.
Esta nueva modalidad, reveló que está desde el 2011 cuando la ministra Iris Varela, ordenó que todos los traslados deban ser firmados por el ministerio para asuntos penitenciarios.
La realidad de los presos venezolanos se ha convertido en una agónica tortura para los familiares.
Deben hacer hasta lo imposible para pagarle a funcionarios que les permitan el ingreso de alimentos, visitas y traslados a centros de salud.