Los presos en Venezuela viven una crisis que lejos de acabarse se acrecienta cada vez más y no hacen nada para frenarla
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) presentó este jueves su informe anual del 2022, en el cual registraron un hacinamiento crítico de 64,19 % en las cárceles venezolanas, frente a una población reclusa de 33.558 privados de libertad, así como también un retardo procesal de 68 %.
Humberto Prado, director del OVP, destacó en el programa Punto y Seguimos transmitido, de Radio Fe y Alegría Noticias, que en el 2022 murieron alrededor de 76 personas bajo el resguardo del Estado, de los cuales un 68 % fue por falta de alimentación.
“Les da tuberculosis, paros cardíacos y entonces simplemente lo reflejan como un deceso natural y es por una situación que está presentando la mayoría de la población reclusa”, comentó.
Asimismo se refirió que es por eso, que el informe se titula: ‘El hambre es el sinónimo de las muertes en las cárceles’”.
Prado, resaltó que se siguen manteniendo desde el 2016 las ocho medidas provisionales que emitió la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, donde se le advierte al Estado que no puede morir un interno más, pero que hasta el momento persiste su incumplimiento.
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Educación para reintegrarse
Prado alertó que entre tantos problemas, hay escasez de personal, porque existe un estándar que indica que por cada interno debe haber un funcionario de seguridad, a fin de resguardar la integridad física. Además, debe garantizárseles cultura, deporte, educación y trabajo, porque esto contribuye a su reinserción.
“Si entra una persona a la cárcel que no tiene ninguna profesión, mientras están recluidos deberían tener la oportunidad de estudiar y trabajar, para que cuando salgan tengan una herramienta para desarrollarse tranquilamente en sociedad”, dijo.
El director del OVP hizo hincapié en que las reformas del Código Orgánico Procesal Penal atentan contra la progresividad y el derecho que tienen los reclusos, incluso en medidas alternativas como el destacamento de trabajo, régimen abierto y libertad condicional.
Toda esta problemática, especialmente la falta de alimentación y de medicinas para tratar a quienes padecen patologías como el VIH o la tuberculosis, ha traído consigo diversos suicidios, reveló Prado, quien lamentó que se esté presentando complicidad entre las autoridades y el pranato al dejar que dichos sucesos ocurran.