jueves, abril 25, 2024

Benedicto XVI, papa ultraconservador de una iglesia marcada por los escándalos (+Perfil)

Desde el trono de Pedro lanzó una ofensiva mundial contra el aborto, la eutanasia y la legalización de las uniones homosexuales

El papa emérito Benedicto XVI, fallecido este sábado a los 95 años, fue un teólogo ultraconservador que acabó renunciando en 2013 a su breve pontificado de ocho años en una Iglesia empañada por escándalos e intrigas.

Joseph Ratzinger, primer papa alemán de la era moderna, sustituyó en 2005 al carismático Juan Pablo II, de quien había sido su mano derecha durante un cuarto de siglo como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio de la Inquisición.

A inicios de los años 60, fue consejero en las labores del Concilio Vaticano II (1962-1965), que modernizó y renovó la Iglesia.

Pero pronto se alineó con los sectores conservadores de la Curia y encabezó con vigor la lucha contra la “Teología de la Liberación” en América Latina.

Ya en el trono de Pedro, lanzó una ofensiva mundial contra el aborto, la eutanasia y la legalización de las uniones homosexuales.

Y no se cansó de denunciar las tentaciones del mundo moderno.

“El relativismo (…) hace de la experiencia algo de fundamental importancia”, pero las experiencias sin discriminación de lo bueno y lo malo llevan a “la confusión intelectual, la disminución de los estándares y la pérdida del respeto propio”, afirmó en 2008, durante la Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) en Australia.

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Escándalos de pedofilia


Cuando la Iglesia enfrentó un aluvión de denuncias de abusos sexuales de religiosos católicos contra menores en numerosos países, tomó la decisión de pedir perdón, preconizó la “tolerancia cero” y se reunió con las víctimas.

En 2012, se vio confrontado al escándalo del ‘Vatileaks’, como se conoce a la revelación de documentos confidenciales que pusieron de manifiesto las intrigas y divisiones en la Curia.

El 28 de febrero de 2013, Benedicto XVI anunció su renuncia, la primera de un papa en seis siglos, dirigiéndose en latín a una platea de desconcertados cardenales.

Según la prensa italiana, un informe secreto de tres cardenales escogidos por el papa “enfermo y sin fuerzas” para investigar las filtraciones terminó por convencerlo de que se necesitaba a alguien más joven, fuerte y enérgico para hacer limpieza en la milenaria institución.

El propio Ratzinger alegó “falta de fuerzas” y se refirió en sus últimos mensajes a las “aguas agitadas” en las que tuvo que mantener el timón de una congregación religiosa de 1.200 millones de fieles.

Pero también se dijo convencido de que Dios nunca permitiría que la barca de la Iglesia “se hunda”.

Retirado, pero no invisible


Tras renunciar, Benedicto XVI prometió mantener un retiro absoluto, sin hacer sombra a su sucesor, el papa Francisco.

Pero se vio involucrado -en algunos casos, involuntariamente, según observadores-, en las campañas de los sectores ultraconservadores que ven con malos ojos las aperturas del pontífice argentino en el ámbito social.

Y a principios del 2022, se vio afectado por acusaciones de haber encubierto cuatro casos de pedofilia cuando era arzobispo de Múnich, entre 1977 y 1981.

Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn, en Baviera, en una familia muy católica. Su padre era gendarme de policía.

En 1943, con 16 años, fue incorporado, al igual que todos los demás seminaristas de su clase, como auxiliar de la defensa antiaérea nazi y en septiembre de 1944, cuando tenía la edad requerida, tuvo que ingresar al ejército.

En varias ocasiones, como cardenal y como pontífice, denunció “la inhumanidad” del régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial, disipando las sospechas de complicidad.

Pero otros hechos generaron controversia, como cuando en 2009 levantó la excomunión de cuatro obispos integristas -entre ellos, el británico Richard Williamson, negacionista del Holocausto nazi-, lo que desató la indignación de la comunidad judía.

Ratzinger fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951 y pasó la mayor parte de su vida religiosa dentro de los palacios vaticanos. Su única experiencia pastoral fue como arzobispo de Múnich, de 1977 a 1981.

Tras la muerte de Juan Pablo II, fue elegido pontífice el 19 de abril del 2005 tras un Cónclave que duró menos de 24 horas.

Su figura reservada contrastaba sin embargo con los imponentes trajes litúrgicos antiguos rescatados de los museos vaticanos y el espectacular anillo del Pescador que amaba lucir.

Entre 2007 y 2012 publicó tres libros en los que reflexiona sobre la figura de Jesucristo y que fueron un éxito internacional de ventas.

El papa número 265 de la historia de la Iglesia visitó durante su pontificado una veintena de países, entre ellos España en tres ocasiones, así como Brasil, México y Cuba.

Datos curiosos

  1. Su padre publicó un anuncio para encontrar esposa

Su padre esperó hasta los cuarenta años para encontrar una mujer y formar una familia. No tenía una vida social típica y, por ello, publicó en el periódico local católico Liebfrauenbote una descripción simple de sí mismo: “Empleado del Estado, soltero, católico, 43 años. Busca el matrimonio lo antes posible con una muchacha católica que esté en la capacidad”.

  1. Uno de sus recuerdos más antiguos se relaciona con su amor por Baviera

En 2006, mientras se preparaba para visitar Baviera (Alemania) por primera vez en su pontificado, comentó: “Me encanta la belleza de nuestra tierra y me gusta dar largos paseos. Soy un patriota bávaro; en particular me gusta Baviera, nuestra historia. Y, por supuesto, nuestro arte”.

  1. Sus padres oraban frecuentemente en familia

La familia Ratzinger era muy devota: “Todos los días orábamos juntos, y de hecho antes y después de cada comida (desayuno, almuerzo y cena). El tiempo de oración más importante era después de la cena del mediodía, cuando las preocupaciones de la familia se compartían”, cuenta Benedicto XVI.

  1. Su segundo nombre tiene relación con San Luis Gonzaga

Su biógrafo dice que “en las primeras horas del 16 de abril de 1927, nació el tercer hijo, que se llamaba Joseph Aloisius. El primer nombre, como era la costumbre de la familia, era el de su padre, mientras que el segundo, el equivalente a Louis, se le entregó en honor a un tío que se había convertido en sacerdote y había tomado el nombre del joven santo jesuita italiano”.

  1. Fue bautizado a las pocas horas de nacido

A las pocas horas de que Joseph nació, su padre quiso aprovechar la oportunidad mientras su madre descansaba de un parto difícil. Su padre lo envolvió y lo llevó a ser bautizado. El Cardenal Ratzinger comentó más tarde en sus memorias: “Siempre me he sentido agradecido por haber tenido mi vida inmersa en el misterio de la Pascua, ya que esto solo podría ser un signo de bendición”.

  1. Su padre predijo la Segunda Guerra Mundial

Poco tiempo le tomó al nazismo para infectar a la población del sur de Alemania y Adolfo Hitler tuvo una fuerte influencia en muchos alemanes importantes de Baviera. El padre de Joseph le escribió a sus familiares en 1932 (7 años antes de la guerra): “La guerra va a estallar pronto; necesitamos una casa”.

  1. Algunos de sus profesores nazis querían retornar al paganismo

Uno de los instructores, señala el biógrafo de Benedicto XVI, organizó un festival para el mes de mayo que supuestamente era el comienzo de la renovación de la religión germánica en la zona. El maestro instaló un maypole (alto poste de madera) con salchichas colgando de la parte superior, y luego leyó una oración para dar inicio a la festividad.

El maypole originalmente tuvo cierta importancia en el paganismo germánico de la Edad del Hierro y las culturas medievales tempranas.

  1. Se enamoró de la Santa Misa desde muy niño

Se le entregó un Schott, un libro de instrucciones básicas para la Misa con imágenes de gestos y movimientos para cada parte de la celebración. Lo utilizó para jugar como sacerdote con sus hermanos y amigos. Cuando recibió la Primera Comunión, le dieron un Schott más avanzado que explicaba la Misa a más detalle, por lo que le dio un sentido más pleno a lo que ya conocía.

  1. Continuó jugando a la Misa durante años

“Fue una aventura fascinante avanzar gradualmente hacia el misterioso mundo de la liturgia, que se estaba ejecutando ante nosotros allí, en el altar”, dijo el Papa Emérito. Finalmente, consiguió pequeños cálices de juguete, velas y otros objetos para reunir la plenitud de la liturgia eucarística.

  1. Vio a sus hermanos ser obligados a participar en las actividades de la Juventud Hitleriana

Su hermana María, recordó Benedicto XVI, se vio obligada junto con su hermano mayor a participar en varios eventos juveniles de Hitler. Una vez se vieron obligados a usar el uniforme de la juventud y marchar en las calles como una unidad organizada para la “gloria de Alemania”. Su padre estaba profundamente preocupado por el impacto que esto podría tener en las conciencias jóvenes, no solo en las de sus hijos.

  1. Recibió la Primera Comunión de la misma manera que San Luis Gonzága

Así como San Luis Gonzaga recibió la Primera Comunión de un cardenal, el Cardenal Carlos Borromeo; Benedicto XVI experimentó lo propio de la mano del Cardenal Von Faulhaber.

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