Son 23 casos detectados entre los refugiados de Arauquita. Las autoridades informaron que son asintomáticos . Pero, aunque están en carpas separadas, los colocaron cerca de sus familias. Temen que los contagios salgan de las carpas hacia la localidad
Con los más de 5.000 refugiados venezolanos que han llegado en el último mes a Arauquita, en Arauca, no solo llegaron sus penurias, sino también la COVID-19.
Hasta este domingo,23 de los migrantes habían dado positivo en coronavirus en las pruebas que se les han hecho. Esto, de acuerdo con el reporte oficial entregado por autoridades de Arauca, publicó El Tiempo.
El punto es que estas personas están en albergues donde es muy difícil mantener el distanciamiento físico.
De acuerdo con Yudi Dinas González, de la Unidad Administrativa Especial de Salud de Arauca, tras realizar las búsquedas activas comenzaron a detectarse los casos. En la medida que no se reportaban síntomas asociados al covid, se decidió tomar una prueba por cada una de las familias refugiadas.
Esas pruebas empezaron a mostrar los casos positivos. Tienen la particularidad de que las 23 personas infectadas son asintomáticas. De acuerdo con la epidemióloga, a por lo menos 80% de los desplazados se les ha hecho hasta ahora la prueba para detectar el virus.
Por el momento los afectados están en carpas separadas, pero al lado de sus familias. Los refugiados, debido a su difícil condición, especialmente emocionales, han querido permanecer acompañados. Están en carpas donadas por Acnur.
De todas maneras las autoridades sanitarias de Arauca han tomado todas las medidas. La idea es evitar que el virus pueda salir de los refugios y contagiar a los habitantes de Arauquita. Allí la COVID-19 ha tenido una mínima incidencia.
Los desplazamientos que obligaron a la llegada de las más de 5.000 personas a Arauquita comenzaron hace casi un mes. Salieron de Apure luego de los enfrentamientos entre la FAN y disidentes de las FARC.
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No quieren regresar
Aunque autoridades del Apure han insistido en que las condiciones para el retorno están dadas, la gente se niega a volver, pues se siguen escuchando las explosiones y los ametrallamientos.
Si bien algunos pocos moradores del poblado de La Victoria, ubicado justo al frente de Arauquita, al otro lado del río Arauca, han regresado, los que tienen sus predios en la zona rural sí se niegan a hacerlo. Argumentan que no tienen garantía para su vida.
