La organización Proyecto Juvenil Misionero (Projumi) y Caritas están preocupadas por el número cada vez más altos de adolescentes que caen en la prostitución por hambre. El padre Omar Gutiérrez, de Caritas Lara, dice que “algunas se prostituyen por harinas, arroz o caraotas”
Organizaciones de derechos humanos en el país están preocupadas por el número cada vez más elevado de adolescentes que caen en la prostitución por la crisis económica.
En un reportaje realizado por La Prensa de Lara la organización Proyecto Juvenil Misionero (Projumi), registra que “8 de cada 20 mujeres se incorporan a la prostitución por necesidad”.
Caritas ha estado en los barrios de Barquisimeto, estado Lara, también realizando esta investigación.
Asegura que cada vez es más corta la edad de inicio en la prostitución.
“Se están prostituyendo y lo más grave, en esa crisis de valores, es que se tienen menores de 15 a 16 años padeciendo de enfermedades tan graves como VPH”, lamenta Gerardo Pastran de Projumi.
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Pastran considera que en Venezuela no cuenta con suficientes programas de prevención ni del acompañamiento de los padres, quienes tienen la responsabilidad de guiar a sus hijos.
“En los últimos 5 años, se tenían 4 casos en la escala de 20″, precisa.
Asegura que esto es consecuencia “del cóctel de circunstancias que empiezan por hogares de familias disfuncionales”.
“Copian ese tipo de comportamiento de la madre o familiares muy cercanos, algunos de los padres ausentes porque emigró en busca de mejores condiciones y el malentendido de la negociación, cuando los niños y jóvenes deben respetar las normas de la casa”.
Además de “fijar una personalidad propia, sin riesgos de caer en “negocios fáciles” a través de las redes sociales”.
Por harina, arroz o caraotas
Para el padre Omar Gutiérrez, desde Cáritas en la región, es preocupante este “silencioso” deterioro de la adolescencia.
“Algunos se prostituyen por harinas, arroz o caraotas”, señala de ese rumor entre los vecinos de sectores populares y por lo general, provienen de una familia numerosa.
Destaca que mucha de estas jóvenes “a veces crecen con su madre soltera y hasta con unos 5 hermanos de padres diferentes”.
Precisa que si estas jóvenes, “no tienen la base de la moral pueden hasta resolver con el intercambio sexual”.
“Se observa la figura de la Chica Repique, quien responde con citas inmediatas en plazas, parques y demás espacios públicos abandonados o poco transitados”, advierte Gutiérrez.
Asimismo, dice que esta figura se escucha con preocupación entre las señoras de las comunidades.
Son tan diligentes que no hacen falta varias llamadas, estando disponibles en cualquier momento y por un monto tan mínimo que pueda incluir un par de víveres.
