Los pandilleros salvadoreños se metían en los templos, sobre todo evangélicos, para hacer sus fechorías
En esta reveladora investigación mostramos el oscuro pacto entre las pandillas y las instituciones religiosas en El Salvador.
Durante tres décadas, las maras utilizaron las iglesias, especialmente las evangélicas, como fachadas para esconder armas, drogas y llevar a cabo actividades delictivas.
Estos lobos vestidos de ovejas engañaron a líderes religiosos y se refugiaron en el culto después de cometer sus fechorías.
Desde dominar territorios hasta extorsionar enemigos y distribuir droga, las pandillas se valieron de la religión para evadir la justicia.
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A través de testimonios impactantes y pruebas irrefutables, verán cómo se aprovecharon de la fe para cumplir sus malévolos planes.
No de pierdan esta fascinante exposición de cómo las maras se burlaron de Dios, de la ley y sometieron a los sacerdotes al silencio en una trama que estremece a El Salvador.