La crisis que ocurre en Venezuela, generada por la corrupción, tiene dos ejemplos claros, lo que pasa en Pdvsa y la precariedad del sector salud
Con una asignación de apenas 7,44% del Presupuesto 2023, “la crisis del sector salud amenaza con prolongarse y dejar a la inmensa mayoría de los venezolanos sin más opciones que acudir a una red hospitalaria colapsada, sin insumos ni personal especializado, ante la imposibilidad de costear un seguro privado”.
Pero, en comparación las asignaciones a la salud, Pdvsa tiene previsto un gastos de 30% del total de los ingresos del país, alertó la ONG, Transparencia Venezuela (TV), la cual ha publicado informes sobre los casos de corrupción en la petrolera que, por cierto, no vienen de ahora, como los expuestos por la administración de Nicolás Maduro, sino que datan de al menos dos décadas.
“La gran corrupción instaurada en Venezuela en los últimos 20 años tiene como una de sus principales fuentes de financiamiento a Petróleos de Venezuela, la estatal mas grande del país y otrora referencia a nivel mundial”, destaca TV.
Mercedes De Freitas, directora ejecutiva de la ONG, destaca que el monto del desfalco en Pdvsa, que algunos ubican en $3.000 millones, equivale a un tercio del presupuesto de la nación.
En un reciente informe, la ONG denuncia que el sistema hospitalario de Venezuela “presenta fallas estructurales, además de un evidente déficit de insumos, equipos y personal especializado”.
“En medio de un escándalo de corrupción sin precedentes, se evidencia que con el colosal desfalco de fondos públicos se ha dejado de atender áreas sensibles para garantizar el bienestar y la calidad de vida de la ciudadanía, entre ellas la salud”.”, agrega Transparencia.
En un primer análisis del documento, determinó que “de los $9.765.665.449 que aprobó la Asamblea Nacional, se asignaron al Ministerio de Salud casi 727 millones de dólares, monto que equivale a, apenas, 7,44% del total.
Además, esta cifra se reduce aún más si se toma en cuenta que $315 millones, es decir, 43,4% del total de la asignación, se destinará a la ejecución de tan sólo 7 proyectos”.
“Se espera que estos no corran la misma suerte de las 246 obras inconclusas documentadas por Transparencia Venezuela, de las cuales 22 son del sector salud”, agrega.
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Privatización indirecta
Para el grueso de los venezolanos, el dicho “salió peor el remedio que la enfermedad” es una verdad demoledora.
Jaime Lorenzo, director de la ONG Médicos Unidos de Venezuela, denunció en días pasados que en el sistema de salud pública se ha producido una privatización indirecta por falta de atención del Estado.
De acuerdo con los datos que maneja la organización, cerca de 90 % de la población venezolana que acude a los centros de salud públicos, no puede pagar una clínica o no tiene un HCM o póliza privada de salud.
Además del deterioro de la infraestructura hospitalaria, Lorenzo explicó que cualquier persona que acuda a estos centros tiene que hacerse los estudios fuera de la institución, comprar materiales y adquirir los medicamentos para recibir tratamiento.
La situación para el paciente se complica aún más cuando se trata de una emergencia grave o una cirugía, pues en buena parte de los centros asistenciales no funcionan los servicios de laboratorios o rayos X, y son sus familiares quienes deben cubrir los gastos de los estudios externos y la compra de medicinas e implementos que van desde guantes y jeringas hasta costosas piezas ortopédicas para remediar lesiones óseas.
