Son 260 militares encarcelados por motivos políticos que tienen problemas de salud que se agravan con el riesgo de contraer COVID-19. Su liberación o medidas humanitarias son urgentes, asegura la abogada Lilia Camejo
Un grupo de esposas de militares presos por razones políticas se reunió para pedir su liberación, así como ocurrió el martes con 110 civiles indultados por el régimen.
Las mujeres se alegraron y celebraron estas liberaciones. Sobre todo por las familias que padecieron junto con los presos. Sin embargo, se lamentaron porque a sus esposos no los incluyeron en los indultos.
“Son años muy duros, de incertidumbre, angustia y dolor. Hemos vivido un verdadero calvario y no hemos obtenido una respuesta esperanzadora”, dijo Yocelyn Carrizales , esposa del comandante del Ejército Igber Marín Chaparro.
Precisó que, al igual que sus dos hijos: Rodrigo y Manuela, sueña con el día de poder abrazar a su esposo en libertad.
Por su parte, Leonela Difurt, esposa del comandante del Ejército Henry Medina Gutiérrez, abogó porque tomen en cuenta a los militares. “Pedimos que consideren darnos algún beneficio para que todos los niños puedan tener de regreso a sus padres en casa”.
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“Mi esposo tiene su salud muy deteriorada como consecuencias de las torturas (…) él no merece estar en esas condiciones. Sus hijos merecen abrazarlo en libertad y crecer junto a su padre”, subrayó Keyla Flores, esposa del teniente coronel de la Aviación Ruperto Molina Ramirez.
Liberación o medidas humanitarias
Las voceras coincidieron en llamar a Nicolás Maduro y Vladimir Padrino López, para que accedan a liberar a sus esposo o a darles medidas humanitarias. Abogan para que esta acción se considere como una parte del proceso de reconciliación anunciado cuando decretaron los indultos.
“Estos oficiales entregaron la mitad de sus vidas al servicio y defensa de la República”, dijo por su lado, Lilia Camejo Gutiérrez, abogada y directora de la ONG Justicia Venezolana.
La abogada dijo que se deben revisar las causas de 260 militares que permanecen en prisión. Alertó que varios tienen complicaciones de salud que se agravan con el riesgo de la COVID-19.
“Basta de la inclemencia con los presos políticos militares que siempre son dejados de lado. Estos 260 uniformados merecen medidas humanitarias que les permitan poner a resguardo sus vidas”, detalló la jurista.
