La mujer encendió las redes sociales cuando se percató que sus alumnos son fanáticos de la serie surcoreana, la cual es severamente criticada por su excesiva violencia
Una maestra española se atrevió a criticar severamente la serie surcoreana El Juego del Calamar, después de que percibiera que sus alumnos de tercer y cuarto grado imitaban las escenas de la producción asiática.
Así lo dio a conocer el Diario El Mundo de España, donde indican que han recibido el reporte de varios profesores de primaria que han manifestado haber ubicado a sus alumnos imitando en su receso las escenas de la serie surcoreana.
Una de las profesionales de la educación habría colocado un hilo de tuit en la red social, explicando con detenimiento cómo sus alumnos en su tiempo de descanso imitan lo visto en las escenas. Incluso hasta las muertes,
La mujer indica que el problema no es solamente que los muchachos tengan acceso libre a programas censurados para su edad. El problema radica, en que gran parte de los muchachos ven en casa la super producción de la cadena Netflix acompañados de sus padres.
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Puso en tela de juicio la permisibilidad de los representantes que no vigilan el material que les llega a sus hijos a través de las redes sociales, así como la “libertad de tener equipos tecnológicos” que le permiten a los niños entrar sin ningún tipo de restricción al mundo digital.
Lo del Juego del Calamar no es nuevo
El medio español citó unas palabras del presidente nacional del sindicato de trabajadores dela educación, Mario Gutiérrez, quien manifestó que desde los colegios han emprendido campaña de concientización con representantes y los propios niños. “El problema no es la serie sino quién la ve”.
El escrito de El Mundo indica que esta situación no es nueva. Recordó las experiencias previas con éxitos de la cinematografía como Superman y otros ejemplos.
La presidenta de la Confederación de Asociaciones de Padres, Begoña Ladrón de Guevara, recordó que la responsabilidad inicial viene del hogar. “Antes, veíamos la tele en el salón y los padres pasaban por delante, sabían más o menos lo que estábamos viendo. Por supuesto que transgredíamos, que, si a una película le ponían dos rombos, había un aliciente para verla. Pero teníamos conciencia de la transgresión y eso ya era importante”.
La representante aclara que desde la casa se deben tener los controles del material al cual pueden acceder los niños a través de la internet.
