Ya se han registrado múltiples contagios de esta enfermedad altamente contagiosa para los canes
El moquillo es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta el sistema neurológico y gástrico de los perros y prácticamente es incurable.
La Unidad de Cuidado Animal del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, advirtió que en Bogotá se ha registrado un pico de moquillo en el último mes, lo cual ha generado preocupación porque se ha propagado rápidamente.
El Instituto de Protección Animal está haciendo un estudio para validarse la posibilidad de determinar si se debe a un nuevo linaje del virus y qué tan efectiva es la vacuna actual para contrarrestarlo.
La difícil situación que acontece en Bogotá
En lo que se ha evidenciado durante este pico en el mes de julio, la Unidad de Cuidado Animal ha presentado entre un 40 y 42% de positividad a distemper canino en sus ingresos a través de los diferentes programas de atención.
Las localidades bogotanas con más casos que han ingresado han sido San Cristóbal, Suba, Kennedy, Ciudad Bolívar, Engativá, Bosa, Los Mártires, Santa Fe, Teusaquillo y Tunjuelito; la mitad de la capital.
De los animales que han ingresado, el 56% eran animales sin tenedor, a través de los programas Urgencias Veterinarias.
El 44% restante proviene de animales que, si bien podían tener un cuidador, fueron ingresados por aprehensión material preventiva en la mayoría de los casos, en donde no tenían condiciones de bienestar garantizadas.
A fecha, señala el Distrito, por este brote en Bogotá se presentaron 178 casos positivos: “dentro de los cuales los sintomáticos (secreciones oculares y nasales, diarrea, fiebre, signos neurológicos) tenían alto riesgo de quedar con secuelas severas, especialmente de carácter neurológico y motor. Adicionalmente, todos ellos eran transmisores del virus, poniendo en riesgo a los demás animales”; explicó Teresa Carvajal Salcedo, decana de la facultad de ciencias agropecuarias de la UDCA.
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El moquillo y su tratamiento
Esta enfermedad se exparse a través de secreciones, aerosoles, gotículas de saliva, orina o heces y los síntomas a los que hay que estar alerta son: secreciones nasales, oculares acuosos o con pus, diarrea, fiebre, decaimiento, pérdida de equilibrio, movilidad, deficiencias en músculos, movimientos involuntarios (tic).
Al parecer esta variante afecta más lo neurológico, por lo cual si un perro se contagia debe ser puesto en aislamiento, para evitar la propagación, y muy probablemente deberá recibir la eutanacia humanitaria, porque de recuperarse, lo cual es raro, puede quedar con secuelas como parálisis de los músculos de la cara, pérdida de equilibrio, dificultades para comer y tomar agua, y problemas para relacionarse con otros perros.
Los perros son más propensos a contagiarse cuando comparten espacios con otros individuos como albergues y escuelas de entrenamiento.
Desde la Alcaldía Mayor de Bogotá se está trabajando para frenar la propagación de esta enfermedad mediante la desinfección de espacios y la detección temprana y las eutanasias humanitarias, por lo que se han enfocado principalmente en los perros que viven en la calle.