La Secretaría de Seguridad de Bogotá afirma aumento de la violencia y de asesinatos en medio de asaltos callejeros
Según reveló un informe de la Secretaría de Seguridad de Bogotá, los homicidios en en atracos callejeros se han incrementado de forma alarmante en el último año.
En el informe divulgado por Noticias Caracol queda en evidencia cómo entre 2018 y 2021 se pasó de 52 homicidios en atracos violentos, a 137 asesinatos en medio de asaltos, lo que representa un 12,1 % del total de las causas de homicidio en la capital.
“En Bogotá, hemos tenido una reconfiguración de los grupos de delincuencia. Uno de los comportamientos que ha cambiado es la agresividad y la violencia con la que se están cometiendo los delitos, el uso de distintos tipos de arma”, indicó a Noticias Caracol el secretario de Seguridad, Aníbal Fernández de Soto.
El informe también señala que los sábados, con un 23%, son los días en los que más se presentan este tipo de hechos, seguidos por los miércoles, jueves y viernes.
Los sectores de Bogotá donde más ocurren homicidios en medio de atracos son Kennedy, Bosa, Rafael Uribe, San Cristóbal, Mártires, Ciudad Bolívar y Suba.
“Desde el Distrito, hemos venido aumentado nuestras acciones en materia de desarme ciudadano para lograr sacar en circulación cualquier tipo de arma que pueda poner en riesgo la integridad física o la vida de los ciudadanos”, indicó el secretario de seguridad de Bogotá.
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Ladrones no respetan a las autoridades
El programa “Séptimo Día” de Caracol TV, entrevistó a un ladrón que no fue identificado, y este explicó cómo procede y por qué la delincuencia no le teme a la Policía.
Una de las razones que entrega el delincuente es simple: “Pues porque no hay muchos policías”. Esto les permite, según él, delinquir sin problema y perpetrar sus golpes en cualquier parte de Bogotá.
El ladrón también indicó a ese espacio televisivo, que las facilidades judiciales en Colombia hacen que pueda robar con mucha más comodidad. De hecho, cuando le preguntaron si se atrevería a robar en otro país, su respuesta fue contundente: “No. claro que no”.