Una trifulca por un router cedido por la comunidad indígena provocó el enfrentamiento de los militares con los “verdaderos habitantes de la zona”. Hay otras personas heridas
Cuatro miembros de la etnia Yanomami, entre ellos una mujer, murieron después de sostener un enfrentamiento con efectivos militares venezolanos en la región Parima B, del estado Amazonas.
La información fue difundida por la diputada de la Asamblea Nacional 2015 por la entidad del sur, Mauligmer Baloa, quien indica que entre los fallecidos hay una mujer y varios heridos.
Según Baloa, durante el fin de semana hubo un enfrentamiento entre efectivos militares de la Fuerza Aérea y la comunidad de Parima B, después de que hubiese un impasse con los militares por un router y una antena que servía para que tanto la comunidad como los propios castrenses estuviesen comunicados a través de internet.
El router es propiedad, según Baloa, de la etnia yanomami y el mismo trabajaba a través de una antena de la base militar de la Fuerza Aérea apostada en Parima B.
Entre las personas fallecidas se encuentra una mujer de nombre Martina. Según comenta la diputada de la AN 2015, después de la muerte de Martina, hubo otros encontronazos con los militares. Los indígenas, por encontrarse en su habitat ancestral, quisieron llevar a cabo un ritual ceremonial con los restos de la mujer. Debido a que debían esperar a la Medicatura Forense, no se lo permitieron.
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Explicó Baloa que hay varios heridos, los cuales fueron trasladados hasta el hospital José Gregorio Hernández de la capital Puerto Ayacucho, donde son atendidos.
De manera extraoficial se pudo conocer que los indígenas fallecidos son: Isnardo Borges (21), Cariban González (22), Jhonatan Silva (30) y la mujer Martina González (45).
La tierra de los Yanomami
La Comunidad Indígena Parima B está ubicada en el municipio Alto Orinoco del estado Amazonas. Es una región recóndita hacia la zona sureste del estado, donde las comunicaciones son escasas. El traslado hasta la zona se puede hacer solamente en lanchas con una travesía a través de ríos y por vía aérea.
“Nuestro repudio total a esos niveles de intolerancia con un pueblo cuya vida está sumergida en esa selva, que no tienen acceso a bienes, ni servicios y menos educación, para que al faltar a la palabra “Compartir” respondan los llamados estudiados con “Balas”, dice Baloa.
