En países como Colombia, Perú y Ecuador se han implantado programas de ayuda y para disminuir la xenofobia contra los venezolanos
Venezuela es después de Siria, el país con más refugiados en el mundo. En vísperas de la conmemoración del Día Mundial del Refugiado que se celebra el 20 de junio, el alto comisionado de la ONU para este sector, Filippo Grandi, presentó un informe en el que destaca que la cantidad de refugiados y desplazados en el mundo aumentó en 2019 hasta 79,5 millones de personas.
Sobre el éxodo venezolano Filippo Grandi dijo que la pandemia de COVID-19 ha empeorado la situación de los migrantes.
“La huida de venezolanos continuó el pasado año, con 4,5 millones de desplazados en países de la región, siendo Colombia, Perú, Ecuador, Chile y Brasil los que acogen un mayor número de ellos”, indicó en entrevista a agencias de noticias.
Destacó que “la región está ahora en el epicentro de la pandemia y eso ha hecho más vulnerables a los venezolanos, muchos de ellos dependientes de jornales en trabajos temporales que han desaparecido por los confinamientos, así que la situación es muy grave”, alertó.
Aseveró que “a causa de ello algunos venezolanos, no sabemos la cifra exacta pero podría estar entre los 30.000 y los 50.000, decidieron regresar a su país, algo que supone cierto riesgo sanitario. Estamos ayudando a estas personas, pues es necesario no sólo desde el punto de vista sanitario, sino también humanitario”.
En cuanto a la discriminación contra los desplazados venezolanos durante la pandemia, el funcionario dijo que ha aumentado, pero “no excesivamente. La xenofobia siempre ha sido un problema en la región, pero hemos trabajado estrechamente para intentar reducirla con programas como Somos panas Colombia, e iniciativas similares en países como Perú y Ecuador”.
Lo que preocupa a la Acnur es “que el impacto económico pueda golpear especialmente a comunidades pobres en zonas fronterizas, y en la competición por recursos escasos los sentimientos negativos que siempre aparecen en las crisis podrían volverse contra los venezolanos, así como contra comunidades de otras zonas del mundo”.
Repudió como han visto “en los últimos cinco o seis años a políticos sin escrúpulos explotar este tipo de sentimientos, así que debemos estar atentos a la vertiente socioeconómica de la crisis”.