Violaciones sistemáticas contra los derechos de las mujeres en las cárceles de Venezuela. Son abusadas sexualmente y asesinadas
InSight Crime denunció que las mujeres privadas de la liberta en Venezuela son abusadas de manera sistematica.
La muerte a causa de un disparo el 13 de marzo, Daniela Geraldine Figueredo Salazar, de 19 años en un calabozo de la policía en Venezuela, alertó sobre la situación.
Sucesos que destapó la serie de abusos que funcionarios policiales ejecutan contra presas venezolanas.
Daniela fue asesinada en la Comisaría Municipal de Zamora en Guatire, ubicada en el estado Miranda.
El disparo provino del arma reglamentaria de un funcionario que más tarde fue detenido.
“Es el manifiesto los altos niveles de violencia que enfrentan las mujeres privadas de la libertad”, ratifica fundación dedicada al estudio del crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe.
Tras la muerte de Figueredo, sus compañeras denunciaron que estaban siendo obligadas a mantener relaciones sexuales con funcionarios de la guardia, según Una Ventana a la Libertad (UVL).
Los abusos sexuales eran coordinados por un exfuncionario que también está actualmente encarcelado, según afirman las mujeres.
“Él es el que nos obliga a tener relaciones sexuales tanto con él como con otros funcionarios”, manifestó una de las mujeres a la ONG.
Pero no es la primera vez que se denuncian que mujeres privadas de la libertad son abusadas.
En 2018 se conoció que las reclusas eran obligadas a tener relaciones sexuales con guardias para poder asistir a las audiencias judiciales.
Además, en 2019, un informe de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU responsabilizó a las fuerzas de seguridad del Estado de violencia sexual contra las detenidas.
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Análisis de InSight Crime
Denuncia que el hacinamiento, la falta de personal capacitado, y la ausencia de atención integral a las mujeres privadas de la libertad, posibilita la violación de sus DD.HH.
Y aumenta las posibilidades de victimización de las mismas.
Además, alerta que las mujeres representan más del siete por ciento del total de la población carcelaria del país.
A esto se suma que no hay cárceles acondiconadas para ellos y, por tanto, s eles alberga en centris de reclusión diseñados para hombres.
O están en lugares como donde murió Daniela que no están destinados a albergar personas durante más de 72 horas.
Y donde permanecen en de insalubridad y hacinamiento.
No hay condiciones para ellas
Además, el personal encargado de vigilar a las reclusas no siempre es femenino, por lo cual quedan bajo el control de guardias hombres, contraviniendo las normas internacionales.
“La ausencia de garantías básicas de los derechos de las presas, hace que los centros de detención preventiva y las cárceles sean propicios para los abusos sexuales”, como afirma Magally Huggins, criminóloga de UVL.
Además, “en muchos casos, las reclusas se ven obligadas a tener relaciones sexuales con líderes carcelarios (pranes) y guardias, para garantizar su seguridad, dijo Huggins a InSight Crime.
Tampoco hay productos básicos de higiene femenina, como lo son las toallas sanitarias.
Y esto “pueden convertirse en instrumentos de manipulación”, según María Corina Muskus Toro, consultora del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
“El sexo puede ser la manera de pagar por ello, o por algún otro beneficio”, dijo Muskus Toro.
Además de la violencia sexual, las detenidas pueden ser víctimas de falta de acceso a los servicios de salud e higiene.
Las mujeres embarazadas, por ejemplo, deben vivir en hacinamiento y con escasos alimentos.
Con información de InSight Crime