Imputaron a cinco policías por el homicidio de Juan Pablo González, presunto violador sexual en el Transmilenio de Bogotá
Un hombre sindicado de abusar de una menor de edad en Transmilenio, recibió durante 27 minutos todo tipo de golpes, patadas, rodillazos, puños, una y otra vez, hasta causarle la muerte; dentro de uno de los calabozos de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) donde estuvo detenido.
Según las conclusiones de los agentes investigadores de la Fiscalía, todo pasó frente a cinco policías que tenían como tarea custodiarlo.
El parte dado por Medicina Legal dice que se constataron signos de traumas contundentes en todo el cuerpo de González, quien además experimentó un intenso dolor previo a su muerte, lo que catalogaron como una muerte violenta y homicida.
Destapes del Fiscal
Los detalles del asesinato los reveló el fiscal del caso, Daniel Gómez, durante la audiencia de imputación a los policías.
El fiscal González relató que los presos le gritaban violador, que ellos se iban a encargar. Ya conocían su caso por televisión y solo les bastó menos de media hora para asesinarlo.
Estos hechos acontecieron el pasado 6 de noviembre cuando González fue enviado a la cárcel por un juez al ser señalado como el presunto responsable de haber abusado a la menor de edad Hilary Castro en una estación de Transmilenio. Siendo trasladado a la Unidad de Reacción Inmediata de Puente Aranda.
Le asignaron la celda número cuatro y hasta allí llegaron otros presos con una máquina de afeitar para raparle la cabeza. Después obligaron a González a caminar hasta el baño donde comenzó la paliza.
Unos diez presos lo desnudaron y comenzaron a golpearlo. Los gritos y gemidos de González, que se confundían con los insultos de sus agresores, se escucharon por todo el patio.
Sus atacantes siguieron con los puños y las patadas en las costillas y en la cabeza. Y solo hicieron un receso para orinar y obligarlo a tomarse lo que recogieron de cada preso.
Tirado en el suelo, sin ropa y golpeado, uno de los presos obligó a otro a vestirlo y levantarlo. Pero González no pudo con su cuerpo, sus costilla estaban sumidas, y entonces decidieron volver a golpearlo hasta dejarlo inconsciente.
En ese momento, dos presos lo alzaron y lo sacaron arrastrado de nuevo hasta la celda número cuatro, donde murió minutos después por una insuficiencia respiratoria aguda.
Esta lamentable situación se hubiera podido evitar, pero los policías, que según las pruebas estaban a escasos metro y medio del sitio de la golpiza, “no usaron su voz, ni su fuerza de mando, no provocaron una alerta para convocar la presencia de más fuerza para impedir el hecho, no se opusieron, no dieron una orden de detención”, expuso la Fiscalía al respecto.
La Personería de Bogotá afirmó que González murió porque los policías fallaron. Ellos lograron ver y escuchar lo sucedido, y aun con pleno conocimiento decidieron no proceder.
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Cargos
A los cinco policías se les imputaron los delitos de homicidio agravado a título de coautores por comisión u omisión y tortura a título de coautores por comisión u omisión, pero ninguno de los uniformados aceptó cargos.
