Su hermana habló por ella a un canal local en Ecuador, cuenta que la doctora venezolana fue a sacar dinero en un centro comercial y al salir abordó un taxi informal. Al rodar, el taxista recogió a dos hombres que la golpearon, humillaron, robaron y abusaron sexualmente. Un tercer sujeto fue recogido en la autopista y también la violó. Luego la dejaron abandonada y mal herida
El pasado sábado 6 de agosto en la noche, la doctora venezolana fue a sacar dinero en un centro comercial al norte de Guayaquil, Ecuador. Cuando salió pidió un taxi informal y fue atacada por varios hombres. Desde ese día su vida es un infierno…
Cuando la mujer abordó el taxi en la avenida Francisco Orellano, el taxista rodó unos metro y a la altura del parque de la Keneddy, permitió que dos hombres más se montaran en el vehículo.
No solo la atacaron, golpearon y robaron, sino que cada uno tuvo su turno para abusar sexualmente de la doctora, todo en complicidad con el taxista, quien circulaba por varios sectores como si nada pasara.
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En plena autopista recogieron a un cuarto hombre, quien también la violó. Finalmente la dejaron abandonada en la autopista Narcisa Jesús Martillo, vejada, golpeada y mal herida.
La víctima, quien no está identificada para protegerla, fue a Fiscalía de Ecuador a poner la denuncia.
Días después la policía le informó que las investigaciones presentaban contratiempos porque las cámaras de vigilancia de la Corporación de Seguridad Ciudadana de Guayaquil, frente al sitio de los hechos estaban inactivas.
“Se le apagó la vida”
El canal Ecuavisa entrevistó a la hermana de la doctora, quien relató que “mientras la violaban, la golpeaban durísimo. Tiene la cara hinchada, los golpes son tremendos…”.
“En el camino la violaron, no hay palabra que yo pueda expresar la frustración e impotencia que todos en la familia sentimos”, dijo su familiar, al tiempo que indicó que el auto donde la abusaron es un Aveo Vinotinto.
Su hermana “no quiere salir del dormitorio… Es como que se apagó”.
Las cámaras sí servían
El caso ha causado impotencia e indignación entre la ciudadanía, por lo que la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, se pronunció al conocer el abominable hecho.
Aclaró que las cámaras de la autopista sí estaban en funcionamiento y ordenó a la Corporación para la Seguridad Ciudadana (CSCG) entregar los videos para las investigaciones pertinentes, pese a no haber recibido ninguna solicitud por parte de la Policía Nacional.
“Todo el contingente del Municipio de Guayaquil está a disposición de la víctima y su familia para que encuentren justicia y puedan reconstruir sus vidas”, escribió Viteri.
La doctora recibe ayuda psicológica y psiquiátrica de parte de la Secretaría de Derechos Humanos, mientras sus familiares exigen justicia para dar con los violadores y que sean encarcelados.
Justicia todo el peso de la ley para estos aberrados y a quien los apoyé
Es lamentable que una paisana galena este pasando por este momento de dolor y decepción!
La mayor colaboración que pueda brindar,Dios la bendiga.
Que abominable hecho tan malo, pero peor aún es que la policía se presta para amparar a los delincuentes que cometieron el delito, negando que haya habido alguna cámara funcionando, eso merecen triple castigo por bewficoar6a los delincuentes violadores.
Se imaginan que los venezolanos por venganza mataran a un policía por ser cómplices de los violadores ? O peor aún que las hijas de esos policías pasarán por lo mismo ?