La migración sigue dividiendo opiniones en EE.UU. entre los que apoyan el ingreso por razones humanitarias y los que siguen defendiendo tolerancia cero, iniciada por Trump. Lo cierto es que hay una cascada récord de solicitudes, entre ellas de miles de venezolanos, que tiene colapsadas las instancias que hacen los trámites
Desde que asumió el control de la Casa Blanca en enero del 2021, el gobierno de Joe Biden ha tomado medidas para desarmar la política migratoria de ‘tolerancia cero’,pero veinte meses después el panorama en la Corte de Inmigración (EOIR) es inquietante pues hay una cascada récord de solicitudes de asilo, entre ellas de venezolanos.
La razón no es otra que el gobierno ha admitido más de 1 millón de nuevos solicitantes de asilo, los que se suma a los 1,2 millones que había en enero de 2021, cuando Biden asumió el cargo.
Las cifras se basan los datos del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse, Nueva York, reportados por Univision Noticias y citados por New York Times.
TPS para venezolanos
Este miércoles el gobierno estadounidense anunció la extensión automática de los permisos de trabajo expedidos a los venezolanos que tienen Estatus de Protección Temporal (TPS) hasta el 9 de septiembre de 2023.
Destaca el Nuevo Herald que “solo los beneficiarios de la designación inicial de Venezuela para TPS que ya residían en Estados Unidos en marzo de 2021 son elegibles para volver a registrarse y solicitar la renovación de sus EAD, si continúan cumpliendo con los requisitos de elegibilidad”.
Un dato relevante es que erca de 323,000 venezolanos son elegibles para el TPS bajo la designación inicial de Venezuela y aproximadamente 111,700 lo han solicitado y recibido la aprobación, de acuerdo con cifras de USCIS.
La realidad de las cifras
Más allá de resolverse la situación de los migrantes, los tiempos de resolución no van a mejorar según los expertos.
Al final del primer semestre del año un grupo de investigadores tuvo acceso a información del TRAC según la cual se habría registrado 1.821.440 casos a fines de junio de 2022.
Lo que trae como consecuencia que los tribunales se demoran 3.09 años en resolver un expediente, un tiempo considerable.
Desafío humanitario y político
La gran cantidad de solicitantes representa un desafío humanitario, indica el NYT, lo que constituye un punto crítico político en un país dividido las posiciones políticas.
Por un lado están los demócratas que promueven el respeto al debido proceso migratorio para que sean los jueces quienes decían el futuro de millones de extranjeros en Estados Unidos.
Mientras que los republicanos, que defienden la política migratoria de tolerancia cero de Donald Trump, que restringió severamente el derecho a pedir asilo en la frontera.
Cascada récord de asilos
Destaca NYT que desde enero de 2021 más de un millón de inmigrantes indocumentado a los que se les ha permitido ingresar al país temporalmente después de cruzar la frontera, forman parte de una cascada récord de migración irregular en todo el mundo.
Una advertencia que hace “a diferencia de los cientos de miles que han ingresado al país sin ser detectados durante el mandato de Biden, muchos del millón esperan asilo, una posibilidad remota, y tendrán que esperar un promedio de siete años antes de que se tome una decisión sobre su caso porque del obstruido sistema de inmigración de la nación”.
Todos en un mismo saco
Con el atasco que supera los 2 millones de casos acumulados en EOIR , “es imposible que una petición de asilo se demore seis meses”, advierte Lilia Velásquez, profesora adjunta de la facultad de leyes de la Universidad de California en San Diego.
Al tiempo que explica que si “ casi todos los peticionarios reciben el permiso de trabajo porque sus casos demoran más de seis meses. Y la regla dice que, si el caso demora más de seis meses, el gobierno le autorizará un permiso de trabajo por razones humanitarias”.
Velásquez indica que no todos los casos acumulados en la EOIR están relacionados con asilo. “Pero los casos de asilo están desplazando cientos, miles de casos que también sin prioritarios (…) Esto porque a los casos de asilo siempre se les ha dado prioridad”.
A juicio de Velásquez el problema “es que tenemos miles de casos que se están yendo a una misma canasta y obviamente hace que los jueces de inmigración pospongan indefinidamente otros casos de gente que no tiene casos de asilo para darle darles prioridad a los de asilo”.
Con información New York Times, Univisión, Nuevo Herald