El Observatorio Venezolano de Violencia determinó que los crímenes cometidos apunta de cuchillo ocurren en casos en los cuales el asesino conoce a su víctima
En el 2020 hubo un aumento de los asesinatos a punta de cuchillo o con armas blancas en Venezuela. De acuerdo con el más reciente informe de criminalidad del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), en 14% de los crímenes cometidos en el país el año pasado se cometieron con objetos punzo penetrantes.
Así lo confirmó el sociólogo Luis Cedeño, director ejecutivo de la Asociación Civil Paz Activa. En una nota publicada por el diario La Nación explica que los agresores que recurren a estos objetos “suelen conocer muy bien a sus víctimas”.
Sobre este tema también habló el sociólogo Roberto Briceño León, director del OVV. Dijo que dos de los sucesos con los que cerró enero de este año, coinciden con las características mencionadas en el informe de violencia y criminalidad.
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Uno de los casos, reseñados en Caracas, corresponde a un hombre no mayor de 25 años de edad. “Asesinó a puñaladas a sus abuelos y a un tío, dentro de su residencia en La Vega. Luego se llevó los objetos de valor”.
El otro hecho ocurrió en La Acequia, parroquia Antímano. Una mujer, madre de dos hijos, asesinó a su propio tío, también con un arma blanca.
Uno de los más violentos
Entre tanto, en informe anual del OVV señala que en el 2020 hubo en Venezuela “al menos 11.891 fallecidos. Una tasa de 45,6 muertes violentas por cada cien mil habitantes. Cifra muy por encima de cualquiera de los otros países considerados violentos en América Latina”.
“Esta tasa es el resultado de los tres tipos de muertes violentas que son los componentes de la violencia letal en la sociedad”, agrega el escrito.
En 2020 ocurrieron 4.153 homicidios cometidos por los delincuentes, para una tasa de 15,9 víctimas por cada cien mil habitantes.
Se contabilizaron 4.231 muertes catalogadas por las autoridades como resistencia a la autoridad, las cuales fueron homicidios cometidos por los cuerpos de seguridad del Estado, por un uso excesivo de la fuerza o mediante ejecuciones extrajudiciales, con una tasa de 16,2 víctimas por cada cien mil habitantes.